sábado, 16 de noviembre de 2013

Jorge Luis Borges y la Kabbalah

LA KABALAH: PUENTE CULTURAL Y ESPIRITUAL


La Kabaláh y la  cultura son herramientas  fuertes y poderosas  para construir puentes y fortalecer relaciones bilaterales. Asi lo visualizó  Jorge Luis Borges, escritor argentino, que tanto amó a Praga y su mística judía, y la llevó a su literatura a partir de su poema “El Golem”.
La creación del grupo de estudios de Kabaláh Sod22Praga,  materializado por el Dr. Mario Sabán, en octubre del 2013, es un punto de unión con ese pueblo.
Nuestro grupo, Sod22buenosaires, dedica con orgullo y amor el poema borgeano inspirado en la tradición judía en  tierras kafkianas.
SHALOM HERMANOS!
                                         Patricia Wanda Frachia Zaidel
                                        13 de noviembre de 2013.



                             EL  GOLEM
Si (como el griego afirma en el Cratilo)
el nombre es arquetipo de la cosa,
En las letras de rosa esta la rosa
Y todo el Nilo en la palabra Nilo.

Y, hecho de consonantes y vocales,
Habrá  un terrible Nombre, que la esencia
Cifre de Dios y que la Omnipotencia
Guarde en letras y sílabas cabales.

Adán y las estrellas lo supieron
En el Jardín. La herrumbre del pecado
(Dicen los cabalistas) lo ha borrado
Y las generaciones lo perdieron.

Los artificios y el candor del hombre
No tienen fin. Sabemos que hubo un día
En que el pueblo de Dios buscaba el Nombre
En las vigilias de la judería.
No a la manera de otras que una vaga
Sombra  insinúan  en la vaga historia,
Aún está verde y viva la memoria
De Judá León, que era rabino de Praga.
Sediento de saber lo que Dios sabe,
Judá León se dio a permutaciones
De letras y a complejas variaciones
Y al fin pronunció el Nombre que es la Clave,
La Puerta, el Eco, el Huésped y el Palacio,
Sobre un muñeco que con torpes manos
Labró, para enseñarle los arcanos
De las Letras, del Tiempo y del Espacio.

El simulacro alzó los soñolientos
Párpados y vio formas y colores
Que no entendió, perdidos en rumores
Y ensayó temerosos movimientos.

Gradualmente se vio (como nosotros)
Aprisionado en esta red sonora
De Antes, Después, Ayer, Mientras, Ahora,
Derecha, Izquierda, Yo, Tú, Aquellos, Otros.

(El cabalista que ofició de numen
A la vasta criatura apodó  Golem;
Estas verdades las refiere Scholem
En un docto lugar de su volumen.)

El rabí le explicaba el universo
Esto es mi pie; esto el tuyo; esto la soga
Y logró, al cabo de años, que el perverso
Barriera bien o mal la sinagoga.

Tal vez hubo un error en la grafía
O en la articulación del Sacro Nombre;
A pesar de tan alta hechicería,
No aprendió a hablar el aprendiz de hombre.

Sus ojos, menos de hombre que de perro
Y harto menos de perro que de cosa,
Seguían al rabí por la dudosa
Penumbra de las piezas del encierro.
Algo anormal y tosco hubo en el Golem,
Ya que a su paso el gato del rabino
Se escondía. (Ese gato no está en Scholem
Pero, a través del tiempo, lo adivino.)

   Elevando a su Dios manos filiales,
Las devociones de su Dios copiaba
O, estúpido y sonriente, se ahuecaba
En cóncavas zalemas orientales.

El rabí lo miraba con ternura
Y con algún horror. ¿Cómo (se dijo)
Pude engendrar este penoso hijo
Y la inacción dejé, que es la cordura?

¿Por qué di en agregar a la infinita
Serie un símbolo más? ¿Por qué a la vana
Madeja que en lo eterno se devana,
Di otra causa, otro efecto y otra cuita?
En la hora de angustia y de luz vaga,
En su Golem los ojos detenía.
¿Quién nos dirá las cosas que sentía
Dios, al mirar a su rabino en Praga?
1958
          Jorge  Luis Borges, “El Otro, El Mismo”


  


domingo, 3 de noviembre de 2013

Leemos del libro “SOD22.El Secreto”, de Mario J. Sabán,

Shalom!
Leamos del libro “SOD22.El Secreto”, de Mario J. Sabán,  la nota 423, ubicada en la  página 509  y reflexionemos utilizando el nivel del daat.
Deseo que puedas superarme”.
                         David Sabán (1942)
“Recuerdo que mi padre David Sabán (1942) me decía de pequeño: “Deseo que puedas superarme”. Así como mi padre deseaba que yo lo superara, cada generación debe superar siempre a la generación anterior. Claro que ahora yo (siguiendo la misma tradición judía) deseo que mis hijos me superen a mí. El verdadero rabí desea que sus discípulos (hijos espirituales) lo superen. En realidad, la superación de un discípulo no es una victoria indirecta del rabí, sino una victoria real y directa. Si un rabí alcanza la alegría de ser superado por su discípulo, alcanza la verdadera grandeza y camina desde jojmá a keter  en forma recta. Quien puede transitar el canal jojmá- keter  es quien siente la verdadera
Felicidad por el avance de su prójimo y quien ha destruido todo vestigio de envidia personal por cualquier motivo. Si  todos somos nada  frente al Ein Sof, ¿Qué sentido tiene  compararnos? Uno debe construir su propio proyecto de vida, y ser feliz cuando el prójimo está construyendo su propio proyecto. Es más, en la medida de mis posibilidades debo ayudar al otro a construir su proyecto de vida, y es posible justamente que ayudando al otro, sin darme cuenta, yo esté construyendo mi propio proyecto de vida, porque en el mundo de la unidad el proyecto del otro es mi proyecto. Porque todos compartimos el proyecto de redención mesiánica. Cuando alcanzo la posibilidad de compartir  y ser feliz por ello, construyo mi propio ascenso hacia la luz.”

_Gracias Dr. Sabán por compartir su luz!

Patricia Wanda Frachia Zaidel.